El fin didáctico en la obra de Andrés Bello

Andrés Bello

Rodrigo Clavijo Forcade
El presente trabajo constará de un eje central, el cual se encontrará basado en una de las características principales del Neoclasicismo: su preponderante fin didáctico. A la hora de elegir un tema a desarrollar para esta labor, el fin didáctico anteriormente citado ha resultado sumamente seductor, particularmente si se tiene en cuenta el marco histórico que contempló el auge del Neoclasicismo en América Latina; me refiero al proceso independista de sus diferentes naciones. Este proceso de independencia marcó el nacimiento de nuevas naciones, las cuales debieron formar, en un proceso sumamente acelerado y vertiginoso, el componente principal de toda sociedad: sus ciudadanos. Ha resultado sumamente interesante, pues, vincular este proceso de formación de ciudadanos con el fin didáctico del arte Neoclásico. Teniendo en cuenta lo anterior, se tratará de demostrar la influencia de los escritos de Andrés Bello a la hora de crear una identidad nacional en los diferentes países de Latinoamérica.
Este trabajo se detendrá, principalmente, en el estudio de la «Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos», publicada por Bello en el año 1847. Se ha decidido prestar una mayor relevancia a dicha Gramática debido a que, en términos generales, podría afirmarse que la misma representa la gran preocupación de su autor por la educación y el desarrollo intelectual de un continente que estaba comenzando a adquirir nuevas características. El análisis principal se centrará en las razones que movieron al venezolano a escribir su gramática, así como también las diferentes estrategias didácticas empleadas durante su construcción.

 DESARROLLO:

Ilustración y Neoclasicismo en el pensamiento de Bello:

El Profesor cubano Miguel Rojas Gómez propone, en uno de sus trabajos[1], la adhesión constante del venezolano Andrés Bello hacia los principios fundamentales del proceso de la Ilustración y el Neoclasicismo.
Sin tratar de extendernos demasiado sobre este aspecto, que ciertamente no es el más relevante del presente trabajo, se deberán nombrar algunos de esos puntos vitales para comprender de forma concreta cuál es la relación existente entra estas corrientes del pensamiento mundial y la obra de Bello.
Uno de los puntos que se nombran con mayor frecuencia al referirse a la Ilustración y el Neoclasicismo es, principalmente, el alto grado de racionalidad que implican estas posturas. Desde esta perspectiva, Bello ejemplifica de forma perfecta el anterior enunciado, evidenciando una «concepción racional de la naturaleza, la cultura, la sociedad y la vida humana», así como también una «racionalización de la experiencia cognoscitiva.»[2]
Rojas Gómez también cita un punto trascendental a la hora de realizar tal análisis, el cual refiere a la concepción de Bello sobre el cambio social, que debería realizarse de forma progresiva y tratando de alcanzar la mayor elevación posible en el nivel civilizatorio. El papel principal para lograr lo anterior, por lo tanto, le es atribuido a la educación, quien deberá mejorar el funcionamiento social y la intelectualidad de sus integrantes.
Por último, y fuertemente relacionado con uno de los puntos que serán tratados posteriormente en este trabajo, Rojas Gómez propone la importancia que Bello le concedía a la construcción de un Estado de derecho. Para ello, será necesario estudiar la importancia de su Gramática, así como también el Código Civil chileno del año 1855, escrito por el propio Bello, y cuyas similitudes con su Gramática son altamente llamativas en cuanto a aspectos estilísticos y filosóficos. 


La Gramática de Bello y su importante fin didáctico:

Al momento de considerar el fin didáctico de las producciones escritas de Andrés Bello, se deberá poner un énfasis especial en su Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos, publicada en el año 1847. Dicha obra, monumental y avanzada desde una perspectiva técnica para su época, reviste una importancia mayúscula si tenemos en cuenta las diferentes razones que llevaron al humanista venezolano a redactarla. A continuación se procederá a realizar un análisis relativo al importante fin didáctico de esta Gramática.
Uno de los proyectos principales que Bello intentó llevar a cabo durante su vida, fue el de conseguir la unidad lingüística de América Latina, logrando sobrepasar las fronteras chilenas –que fueron las que lo recibieron luego de su regreso al continente americano–, y llegando hasta las cúpulas intelectuales y de poder de los restantes países de la región. Ramón de Zubiría comenta al respecto: «Así, [Bello] va a vivir para ser el gran ordenador del mundo americano. Toda su actividad estará determinada por un mismo designio: el de afianzar la identidad de las recién nacidas repúblicas, para que, ahincadas desde su verdad, pudiesen luego incorporarse, con voz y perfiles propios, en armonioso concierto con los demás pueblos de la tierra.»[3]
Bello, que era poseedor de un espíritu fuertemente humanista, consideró a la educación como una de las armas fundamentales –tal vez la más importante– para el íntegro desarrollo de las capacidades humanas. El humanista venezolano se expresaba de la siguiente forma al respecto: «Yo ciertamente soy de los que miran la instrucción general, la educación del pueblo, como uno de los objetos más importantes y privilegiados a que pueda dirigir su atención el gobierno, como una necesidad primera y urgente; como la base de todo sólido progreso; como el cimiento indispensable de las instituciones republicanas. Pero, por eso mismo, creo necesario y urgente el fomento de la enseñanza literaria y científica. En ninguna parte ha podido generalizarse la instrucción elemental que reclaman las clases laboriosas, sino donde han florecido de antemano las ciencias y las letras.»[4]
Su Gramática, pues, evidencia de una manera muy explícita dicha preocupación, así como su intención de realizar algún aporte significativo al acervo cultural de un continente que estaba atravesando procesos históricos de una gran importancia y complejidad.
Desde esta perspectiva, sus aportes al mundo de la gramática castellana plantean una novedad que ante nuestros ojos puede pasar inadvertida, pero que fue muy innovadora para el contexto histórico de la época: me refiero al poder de adaptación que dicha obra reflejó, tomando elementos propios de la cultura europea, pero conciliándolos con las peculiares características de las incipientes naciones americanas.
Está claro que Bello, como un nítido representante del Neoclasicismo latinoamericano, aún mantenía una admiración muy importante por el mundo europeo del conocimiento, lo cual se puede ver reflejado en su obra; pero también debe destacarse la habilidad que demuestra este autor para adaptar dichos enfoques académicos a una realidad marcadamente distinta como lo era la americana.
El afán educador de Andrés Bello se puede contextualizar en una época de cambio radical para las naciones latinoamericanas, las cuales habían conseguido su libertad a través de las diferentes luchas independentistas. El logro de la libertad presupone, desde una perspectiva analítica, una serie inagotable de beneficios pero también de problemáticas para estas nuevas naciones que necesitaban formar un «orden civil», en palabras del Licenciado colombiano Eleucilio Niebles Reales.[5]
Las flamantes naciones latinoamericanas debieron formar a sus ciudadanos, los cuales tenían la responsabilidad de afianzar a través de su participación los albores de un sistema democrático y republicano. Para que realmente todo el sistema pudiera funcionar de una manera adecuada, resultaba necesario instruir a los individuos a través del ámbito educativo, que cumplió el papel principal en la construcción del ya citado «orden civil».
Los grupos intelectuales latinoamericanos desarrollaron un ambicioso proyecto educativo, el cual intentó generar un incremento cultural en la enorme masa de individuos iletrados que América poseía. Este proceso, basado fundamentalmente en el estudio de la lengua y la literatura, y de claro corte humanista, persiguió un objetivo recurrente en la mentalidad ilustrada de la época: se trata del concepto de progreso, tan caro a los círculos gobernantes del momento.
Esta creencia –al fin de cuentas no deja de ser eso, sólo una creencia– conllevó un preconcepto que, muy posteriormente, cayó con el fin de la Modernidad: desde esta perspectiva, la educación era vista como la solución incuestionable para todos los problemas de las incipientes naciones. Las guerras, las crisis económicas, la inserción en el mundo intelectual, entre otros puntos, podían ser solucionadas a través de la educación. Actualmente, este ideal es considerado como ingenuo por la mayoría de los pedagogos contemporáneos.
Según Eleucilio Niebles Reales es obvio que «para Bello […] la libertad se obtiene a través de la educación y que ésta se relaciona directamente con el manejo adecuado de la lengua materna.»[6] Es por ello que el libro de gramática se consolidará como el manual por antonomasia para lograr tal propósito. El gran contenido didáctico del libro de gramática se encuentra en su conformación sistémica, que incluye una serie de reglas determinadas a poner en práctica. Parecería prácticamente innecesario aclarar que el gran componente didáctico de una gramática se encuentra, en última instancia, en su carácter netamente prescriptivo y normativo.
Pero más allá de los contenidos estrictamente lingüísticos, las gramáticas tienen la particularidad de expresar a través de sus ejemplos un orden moral determinado, destinado a fijar un comportamiento considerado válido por su redactor. Es por ello que no debe dejar de analizarse la importancia del libro de gramática como promotor de un «deber ser», de un conjunto de normas –mayormente morales– que resultan trascendentales para el momento histórico específico que se encontraba viviendo el continente americano. Enseñar una regla gramatical era, a fin de cuentas, una excusa para introducir de manera implícita un orden determinado en la formación del nuevo ciudadano.

La relación entre la Gramática y el Código Civil:
 
Un punto sumamente interesante a la hora de analizar la gramática de Andrés Bello, es poner énfasis en una consideración realizada por el Catedrático chileno Iván Jaksic, radicado en los Estados Unidos de Norteamérica. En uno de sus estudios, Jaksic propone la fuerte relación existente entre la gramática y el mundo de la jurisprudencia: «En un sistema republicano, en que la soberanía popular es reconocida por la constitución, los individuos debían, en el concepto de Bello, recibir una educación con un fuerte énfasis cívico.»[7]
Resulta evidente advertir la importancia de poseer un buen manejo de la lengua para comprender las nuevas leyes que se estaban implantando. Tal planteo se vuelve aún más relevante si tenemos en cuenta que Bello redactó, en el mismo período de tiempo, su Gramática y el Código Civil chileno que comenzó a regir en 1855, por lo cual ambos trabajos poseen rasgos estilísticos y filosóficos muy similares.
Educación y orden jurídico parecen haber sido, pues, las dos grandes armas propuestas por Bello para lograr el proceso civilizatorio de los nuevos países americanos y otorgarles la paz. La relación existente entre la ley y el lenguaje –especialmente el lenguaje escrito– era muy grande en la cosmovisión de Andrés Bello, por lo cual sus mayores esfuerzos se centraron en advertir la imperiosa necesidad de poseer un manejo correcto del idioma para poder comprender de la misma manera el lenguaje de la ley.
Resultará altamente significativo comentar el alto grado de acogida que el Código Civil redactado por Bello tuvo en los diferentes países de la región. Expresa Jaksic: «Entre aquellos que adoptaron este código civil (en su totalidad o en parte) se encuentran Colombia, Ecuador, Venezuela, Panamá, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Argentina y Uruguay. Si se consideran además aquellos países que lo consultaron, la presencia del Código Civil se extiende a casi todos los países de América Latina.»[8]
No es de extrañar, por lo tanto, que Ramón de Zubiría se refiera a Bello como «el supremo codificador-legislador de nuestra lengua, el preservador de la unidad lingüística y cultural de las tierras hispánicas»[9], expresión que amalgama y yuxtapone la visión gramatical por un lado, y el campo jurídico por el otro.


[1]Rojas Gómez, Miguel, La vigencia y trascendencia de los aportes de Andrés Bello a la identidad e integración Iberoamericana, revista literaria Poligramas núm. 27, Universidad del Valle, Colombia. Disponible en: http://poligramas.univalle.edu.co/27/vigenciaandresbello.pdf
[2]Ibíd., pág. 3.
[3]Zubiría, Ramón de, Presencia y vigencia de don Andrés Bello, Thesaurus: Boletín del instituto Caro y Cuervo, Tomo XXXVII, enero-abril de 1982, Núm. 1, pág. 12. Disponible en: http://cvc.cervantes.es/lengua/thesaurus/pdf/37/TH_37_001_001_1.pdf
[4]Ibíd., pág. 13.
[5]Niebles Reales, Eleucilio, Andrés Bello: la construcción de un orden civil fundamentado en la gramática, revista literaria Poligramas núm. 27, Universidad del Valle, Colombia, pág. 8. Disponible en: http://poligramas.univalle.edu.co/27/
[6]Ibíd., pág. 9.
[7]Jaksic, Iván, La república del orden: Simón Bolívar, Andrés Bello y las transformaciones del pensamiento político de la independencia, Instituto de Historia, Pontificia Universidad Católica de Chile, vol. 36, 2003, pág. 216. Disponible en: http://www.scielo.cl/pdf/historia/v36/art08.pdf
[8]Ibíd., pág. 215.
[9]Zubiría, Ramón de, Presencia y vigencia de don Andrés Bello, Thesaurus: Boletín del instituto Caro y Cuervo, Tomo XXXVII, enero-abril de 1982, Núm. 1, pág. 15. Disponible en: http://cvc.cervantes.es/lengua/thesaurus/pdf/37/TH_37_001_001_1.pdf

BIBLIOGRAFÍA:
-Bello, Andrés, Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos. Disponible en:
-Caro, Miguel Antonio, Escritos sobre don Andrés Bello, Instituto Caro y Cuervo, Bogotá, 1981.
-Niebles Reales, Eleucilio, Andrés Bello: la construcción de un orden civil fundamentado en la gramática, revista literaria Poligramas núm. 27, Universidad del Valle, Colombia. Disponible en:
-Jaksic, Iván, La república del orden: Simón Bolívar, Andrés Bello y las transformaciones del pensamiento político de la independencia, Instituto de Historia, Pontificia Universidad Católica de Chile, vol. 36, 2003. Disponible en:
-Rojas Gómez, Miguel, La vigencia y trascendencia de los aportes de Andrés Bello a la identidad e integración Iberoamericana, revista literaria Poligramas núm. 27, Universidad del Valle, Colombia. Disponible en:
-Zubiría, Ramón de, Presencia y vigencia de don Andrés Bello, Thesaurus: Boletín del instituto Caro y Cuervo, Tomo XXXVII, enero-abril de 1982, Núm. 1. Disponible en: